Homenaje al fruto fantástico que vino a enseñarlos acerca del placer que cohabita con la amargura.

De la unión nació el amor, al amor le crecieron alas tan grandes que dejó el nido.

A veces hay mucho, a ratos poquito. Tiempo nos muestra que presente es cuando florece.

Como pasa el tiempo cuando dos corazones se sientan a compartir.

Abajo, en medio y hasta arriba. Cima como estado mental.

Un conejo, más otro conejo multiplicado por no mucho tiempo da como resultado…

Flor y sol se voltearon a ver, ambas sonrieron.

Que la luna haya formado parte del la tierra y que ahora sea acompañante de la mitad de nuestras vidas algo nos quiere enseñar de amor propio y de la belleza en la oscuridad.

Siempre tenemos un asiento reservado para nuestros guayabos

Idealmente nuestro refugio no es un lugar externo, sino que viaja con nosotros.

El agave, en un gesto espectacular y con toda la energía de la esperanza, ofrece su corazón al cielo

Trae el sol al lugar donde entres